
La catedral del tenis tiene nuevo campeón
- lubigoni2
- 13 jul
- 1 Min. de lectura
Con tan solo 23 años, Jannik Sinner, ya se convirtió en una leyenda. Terminó el torneo en la catedral del tenis, allí donde empezó todo. Término Wimbledon. Y el número uno, demostró porque debía ganar este campeonato. De principio a fin. Aprovecho las oportunidades que tuvo y se recuperó a tiempo de aquellos puntos en los que quizás el partido se le ponía cuesta arriba. Con mente y sangre fría, pero con un juego muy marcado. Bien parado desde el fondo, bien en el ataque, y mejor aún en los saques.
Ganó porque jugó este torneo como si supiera que era su momento. Y lo fue. En la catedral del tenis, donde se consagran los distintos, Sinner dejó su firma con trazo firme. No necesitó levantar el puño ni gritarle al cielo para demostrar que este título era suyo: le alcanzó con jugar, con dominar, con decidir cuándo y cómo se jugaba cada punto.
Wimbledon ya no es solo el lugar donde empezó todo. Ahora es también el lugar donde Jannik Sinner escribió la página más brillante —hasta ahora— de su historia. Y cuando uno gana ahí, ya no hay vuelta atrás: pasa a ser parte del tenis eterno.






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